¿Por qué el PLR es un buen indicador de alteración cognitiva?
Una medición fisiológica que permite anticipar riesgos en operaciones críticas.
El Reflejo Luminoso Pupilar (PLR) es una reacción involuntaria del ojo controlada por el sistema nervioso autónomo. Cuando la pupila se contrae o dilata frente a un estímulo de luz, está reflejando el funcionamiento de las conexiones neurológicas que regulan la atención, la alerta y la capacidad de respuesta.

Para los departamentos de HSE, esta relación convierte al PLR en una herramienta especialmente valiosa, ya que permite detectar alteraciones cognitivas y funcionales que podrían pasar desapercibidas con otras metodologías.
El PLR y su vínculo con la alteración cognitiva
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El circuito neuronal que controla el PLR involucra al tronco encefálico, la corteza cerebral y los nervios parasimpáticos y simpáticos.
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Cualquier alteración en estos circuitos —ya sea por fatiga, alcohol, drogas, medicamentos, enfermedades neurológicas o estrés— se traduce en una respuesta pupilar distinta a la normal.
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El PLR se modifica en parámetros como latencia, amplitud y velocidad de contracción, que son medibles de forma objetiva.
En otras palabras, cuando el sistema nervioso está alterado, el ojo lo refleja de inmediato.
Relevancia para los desafíos HSE
En la gestión de seguridad industrial, los encargados de HSE enfrentan tres grandes desafíos:
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Detectar riesgos en tiempo real:
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Los métodos tradicionales (como cuestionarios o cámaras) no siempre muestran lo que ocurre a nivel fisiológico.
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El PLR ofrece una señal inmediata del estado cognitivo del trabajador antes de iniciar una tarea crítica.
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Ampliar el alcance más allá de la fatiga:
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Muchas soluciones actuales solo se enfocan en el sueño o la somnolencia.
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El PLR, en cambio, refleja alteraciones causadas por cualquier factor que afecte al sistema nervioso.
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Mediciones objetivas y no manipulables:
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El trabajador no puede influir en el resultado del PLR, ya que es un reflejo involuntario.
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Esto garantiza que los equipos de HSE cuenten con datos confiables para decidir si una persona está en condiciones de realizar la tarea.
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Conclusión
El PLR es un buen indicador de alteración cognitiva porque traduce el estado del sistema nervioso autónomo en parámetros fisiológicos medibles. Para los departamentos de HSE, esto significa poder gestionar riesgos de manera más efectiva, objetiva y amplia, detectando no solo fatiga, sino cualquier condición que comprometa la seguridad en operaciones críticas.