Historia de la pupilometría y el PLR
De la medicina clínica a la gestión de seguridad en operaciones críticas.
El Reflejo Luminoso Pupilar (PLR) es una reacción involuntaria del ojo que ajusta el tamaño de la pupila según la cantidad de luz que recibe. Desde hace más de un siglo, este reflejo ha sido utilizado como un indicador confiable de la actividad del sistema nervioso autónomo y, por lo tanto, de la capacidad de respuesta de una persona.

Primeros estudios clínicos
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En el siglo XIX, médicos europeos comenzaron a usar linternas manuales para observar cómo reaccionaban las pupilas en pacientes con enfermedades neurológicas.
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Estas observaciones eran subjetivas y dependían de la experiencia del médico, pero ya mostraban que cambios en el PLR estaban asociados a lesiones cerebrales, consumo de sustancias y estados alterados de conciencia.
Desarrollo de la pupilometría automatizada
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En la década de 1950 surgieron los primeros pupilómetros electrónicos, capaces de registrar con mayor precisión el tamaño y movimiento de la pupila.
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Estos equipos marcaron un cambio importante al convertir la pupilometría en una medición objetiva y cuantificable, usada en neurología, anestesiología y cuidados intensivos.
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Estudios pioneros (Lowenstein & Loewenfeld, 1958) confirmaron que el PLR es un indicador sensible del estado del sistema nervioso autónomo y de la presencia de fatiga o drogas en el organismo.
Aplicaciones en investigación y medicina
Durante las décadas siguientes, la pupilometría se consolidó en múltiples campos:
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Medicina crítica: evaluación de pacientes en coma o bajo anestesia.
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Neurociencia: estudio de la cognición y las respuestas emocionales.
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Medicina legal y tráfico: detección de consumo de drogas y alcohol.
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Psicología: análisis de la atención y el procesamiento cognitivo.
De la clínica a la industria
Con el avance de la tecnología digital, la pupilometría dio un salto hacia nuevos escenarios:
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El uso de cámaras de alta resolución en smartphones permitió simplificar equipos costosos y voluminosos.
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La combinación de visores opacos y algoritmos de análisis de imagen hizo posible aplicar el PLR como una herramienta portátil, rápida y estandarizada.
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Esto abrió la puerta para que el concepto se trasladara desde los hospitales hasta los departamentos de HSE, como un mecanismo preventivo para evaluar la aptitud de los trabajadores antes de tareas críticas.
Conclusión
La historia de la pupilometría muestra una evolución clara: de ser un método clínico manual y subjetivo, pasó a convertirse en una medición digital, objetiva y portátil. Hoy, gracias al análisis del PLR, los departamentos de HSE cuentan con una herramienta que conecta décadas de investigación médica con la gestión moderna del riesgo laboral.